domingo, 24 de noviembre de 2013

Los Cátaros y el Grial

Queridos lectores, para aquellos que os apetezca, os dejo mi artículo del mes de noviembre (intentaré, al menos, publicar uno al mes).



El 16 de marzo de 1244, a primera hora de la mañana, un intenso olor a carne quemada invadía todas las calles de Montségur, un pequeño pueblo situado en el sur de Francia, en la zona del Mediodía-Pirineos. Una enorme columna de humo se levantaba en la extensión de terreno que se abre a los pies de la fortaleza que defendía la ciudad y los gritos se dejaban oír en todo el valle. Eran gritos de dolor, el dolor que produce ver como una llama de fuego se prende bajo tus pies y poco a poco va subiendo hasta chamuscar la piel.



Eran los últimos resistentes de la fortaleza de Montsegur, los últimos Cátaros que aún se enfrentaban a "las fuerzas de Lucifer", tal y como denominó el oficial de la S.S. Otto Rahn en su libro Croisade contre le Grial (Kreuzzug gegen den Gral) a los ejércitos cristianos que sitiaron y tomaron la fortaleza. Rahn, quien entró en las S.S. en marzo de 1936, siendo posteriormente asignado al Estado Mayor de Himmler, publicó ese libro en 1933 y en el sostiene que el Parzival de Von Eschenbach (que bien merece otro artículo) narra hechos que ocurrieron durante la Cruzada Albigense (que es como se llamó a la persecución de los Cátaros liderada por la Iglesia católica romana). De hecho, hay quien ha establecido ciertas similitudes entre el Muntsalvatge del poema de Wolfram Von Eschenbach y el castillo de Montségur. Eschenbach, en uno de los romances de su Parzival, dice que el castillo del Grial (Muntsalvatge) estaba situado en los pirineos y que el señor del mismo se llamaba Perilla (cuando el señor de Montségur era Raimon de Pereillle, cuyo nombre en su forma latina aparece como Perilla en documentos de la época).


Antes de rendirse la fortaleza cátara soportó un asedio de diez meses, sosteniéndose por la historiadora Montse Rius que albergaba al menos a 500 personas entre perfectos y perfectas, obispos, diáconos, señores, campesinos, escuderos y soldados. Tras la rendición más de 200 cátaros fueron quemados vivos en lo que posteriormente se ha conocido como "prats dels cremats" (prado de los quemados).


Cuando los sitiadores entraron en la fortaleza lo primero que hicieron fue preguntar a los cátaros acerca de su tesoro pero ¿a qué tesoro se referían? ¿era eso lo que defendían tan tenazmente? ¿era eso por lo que muchos se dejaron quemar vivos?
Han sido muchas las respuestas que se le han dado a éstas interrogantes. Para unos custodiaban simplemente tesoros de los señores feudales que se habían convertido al catarismo (oro, plata y piedras preciosas), para otros libros sagrados, y para unos pocos, entre los que se encuentra Otto Rahn, el oficial destinado por la S.S. al sur de Francia con el objetivo de encontrar ese "tesoro", lo que los cátaros ocultaban no era sino el Santo Grial. Pero ¿qué es el Santo Grial? 

Según la tradición cristiana que nos ha sido transmitida el Santo Grial es la copa que José de Arimatea utilizó para recoger la sangre de Jesús en la Cruz, misma copa que fue usada por Cristo en la Última Cena. Sin embargo, no parece muy lógico que el rico comerciante y ferviente seguidor de Jesús, José de Arimatea, recogiera en una copa la sangre de Cristo. De ahí que  a la figura del Santo Grial (una de las reliquias sobre la que más se ha escrito y especulado a lo largo de los siglos) se le haya buscado otra serie de explicaciones.


La tradición ocultista sostiene que la noche antes de que Montsegur cayera en manos de los cruzados cristianos que la sitiaban, cuatro hombres se descolgaron y descendieron por las escarpadas paredes de la montaña sobre la que se levanta la fortaleza llevando consigo al tesoro cátaro, el cual pusieron a salvo. De hecho, esta misma tradición asegura que durante el proceso al que se sometió a los cátaros supervivientes, uno de ellos, llamado Imbert de Salas, declaró que el tesoro que los cátaros habían estado custodiando en Montsegur había sido llevado a buen recaudo.


De hecho hay quien sostiene que en los documentos sobre el proceso custodiados en Carcasona consta que cuatro cátaros se escaparon de Montségur la noche antes de la toma de la fortaleza llevando consigo el llamado "tesoro cátaro". Aquellos cuatro hombres al parecer descendieron por la parte norte de la fortaleza, la más escarpada y peligrosa de todas.

Pero ¿qué o cual era el tesoro cátaro? realmente no lo sabemos pero, como decía anteriormente, unos cuantos (entre ellos, y quizás el más relevante, Otto Rahn) sostienen que el Santo Grial es el descendiente directo de Jesús, fruto de la unión entre Jesús y María Magdalena y a quien custodiaban los Puros cátaros frente a las fuerzas de la Iglesia. Una Iglesia que se había desviado de los postulados de Jesús y que, conociendo la existencia de un descendiente de Cristo, no sólo lo había ocultado durante siglos sino que, además, querría acabar con él para silenciar su existencia definitivamente.

Así, en 1209 un ejército formado por treinta mil caballeros y soldados de infantería partió con dirección al Languedoc francés sobre el que cayeron como una plaga. Las cosechas fueron quemadas, los pueblos destruidos y sus habitantes pasados a cuchillo ya fueran hombres, niños o mujeres. Solo en la ciudad de Beziers murieron quince mil personas muchas de las cuales se habían refugiado en la Iglesia; un oficial preguntó al representante del papa cómo podría distinguir a los herejes de los verdaderos creyentes y la respuesta fue "mátalos a todos. Dios reconocerá a los suyos". El mismo resentante papal dirigió una misiva a Inocencio III en la que le refería que "no se había respetado la edad, el sexo, ni la condición social". Esto nos da una idea de la brutalidad con la que se emplearon las fuerzas de la Iglesia.

Esta guerra que duró casi cuarenta años es conocida como "cruzada contra los albigenses" y es que, realmente se trató de una cruzada convocada por el papa en la que los combatientes llevaban una cruz en sus vestiduras y recibían las mismas recompensas que los cruzados que luchaban en tierra santa. Y ¿porqué tanto empeño en luchar contra los cátaros, en lanzar un poderoso ejército contra ellos para eliminarlos, literalmente hablando, de la faz de la tierra? La respuesta nos vuelve a situar, frente por frente, con el Santo Grial.

La mayoría de los estudiosos coinciden en señalar que las leyendas del Grial se asientan sobre cimientos paganos. El primer romance sobre el Grial data de finales del sigo XII (de 1188 aproximadamente) y se titula Le roman de Perceval o Le conte del Graal y lo escribió un tal Chrétien de Troyes, y el más famoso es el ya citado Parzival.

Según estos romances y ciertas leyendas mediavales la Magdalena habría llevado el Santo Grial a Francia, pero el Grial no entendido como la copa en la que se depositó la sangre de Cristo, sino como la "sangre real". Es decir, el descendiente de Jesús, el hijo que supuestamente éste tuvo con María Magdalena y que tras la crucifixión fue llevado junto con su madre a la Galia, donde encontró refugio manteniéndose ese linaje real intacto y a salvo.

Descendiente directo de Jesús que era custodiado y cuidado por los Cátaros y a quien, el día de antes de la toma de Montségur varios Perfectos descendieron por la cara más escarpada de la montaña para ponerlo a salvo de los ejércitos de papales, quienes querían acabar con él para poder perpetuar así una institución, la Iglesia Católica, que se había separado de las enseñanzas de Cristo.

En muchos manuscritos antiguos sobre el Grial a este se le llama "Sangraal", por lo que algunos sostienen que esta es la forma original y que en un momento dado dicha palabra fue separada por el lugar equivocado o indebido; de lo que deducen que en un principio no existiera el propósito de que la palabra "Sangraal" (o "Sangreal") se dividiera en "San Graal" o "San Greal" (de la que proviene la actual Santo Grial) sino en "Sang Raal" o "Sang Réal", es decir, Sangre Real.

Por lo tanto esta tradición sostiene que el Santo Grial hace referencia a la Sangre Real, un linaje Divino que llegó junto con María Magdalena a la Galia y que era, según esta tradición, custodiado en ese momento por los cátaros.

Los cátaros, o el catarismo, era un movimiento gnóstico que postulaba una  dualidad creadora (Dios y Satanás) y predicaba la salvación mediante un estricto rechazo del mundo material el cual era una obra del demonio, de Satán. Se trataba de una Iglesia, la cátara, que según ellos había sido creada por San Juan y por María Magdalena

Como contraposición el alma era la creación de Dios. Además no comían ningún alimento que tuviese su origen en la reproducción, por lo que se alimentaban básicamente de verduras y de pescados, a los que consideran un alimento espontáneo del mar (no generado por reproducción). Creían en la reencarnación, dado que el alma habría de reencarnase cuantas veces fuera necesario hasta que la meditación y una vida contemplativa le permitiera escapar del mundo material y elevarse hasta la divinidad inmaterial. Rechazaban los sacramentos del catolicismo y practicaban el Consolamentum (una especie de bautismo del alma que convertía en Perfectos a aquellos que lo recibían; los Perfectos eran los líderes de la comunidad cátara) como único sacramento de su fe y un ritual llamado Melioramentum.

Como ya he comentado en  un artículo anterior desde mi punto de vista no existe ninguna evidencia que nos lleve a pensar que Jesús mantuvo una relación con María Magdalena y menos aún de que tuvieran descendencia, no obstante la historia y la leyenda de los cátaros está ahí para que tu mismo te plantees tus propias preguntas e intentes darle respuesta.
















sábado, 19 de octubre de 2013

¿Alienígenas en los Textos Sagrados?



Voy a pensar en alto sobre un asunto que ha sido recurrente para mi durante más de una década. Un tema sobre el que cualquiera de vosotros que tenga un mínimo de inquietud seguro que se ha hecho más de una pregunta. Un tema, en resumen, que si lo hubiéramos tratado algunos siglos atrás, con total seguridad que hubiéramos ardido en una pira.

Se que este artículo puede parecer irreverente, pero no lo es (o al menos no es mi intención). Estoy educado en la religión católica, soy respetuoso con todas las religiones (dado que en el fondo buscan lo mismo), especialmente con las tres grandes religiones monoteistas. Sin embargo también soy una persona del siglo XXI, una persona que lee los textos sagrados desde una perspectiva distinta a la que, probablemente, se le daba hace tan sólo unas décadas. La perspectiva que dan los nuevos conocimientos. La certezas. Y, al menos para mi, es una completa certeza que no estamos solos en el universo.

Tanto el viejo como el nuevo testamento están plagados de pasajes en los que un Ser que habita en las alturas, en el cielo, se comunica con los humanos. Ese Ser, llamado Yahveh en el Viejo Testamento si atendemos al contenido de Exo 20:2 donde se dice “Yo soy יהוה YHVH tu Dios, quien los sacó de la tierra de Mitzrayim (Egipto), fuera de la casa de esclavitud.", es el mismo Dios del Nuevo Testamento (aunque no esté ni mucho menos claro si los evangelistas utilizaron la palabra Dios en sus textos). En cualquier caso ese Ser que se comunica con nosotros desde lo más Alto es el ser supremo, omnipontente y personal al que se refieren todas las religiones teístas y deístas.

Abraham (Gn 12:7 y 8:1 y Ex. 6:3), Isaías (Gn 26:2 y 24), Jacob (Gn 35:1, 39, 48:3), Moisés (Ex. 3:16 y 4:5), Aarón (Lev. 9:4 y 16:2), Samuel (1S 3:21), Salomón (1R 3:5, 9,2 11,9 y 2CR 7:12), y David (2CR 3:1) fueron todos ellos contactados por este Ser superior a lo largo del Antiguo Testamento.

Es más, incluso en el Libro de los Reyes (2Reyes 2,1-17), se narra como el Profeta Elías fue subido hacia el cielo en un carro de fuego tirado por dos caballos blancos. 

El Libro de los Reyes es un de los dieciséis denominados libros históricos de la Biblia, compendio de libros que abarcan el período comprendido entre 1240 a.c. y 173 a.c. (es decir, unos once siglos).

Ahora pensemos (sólo como una reflexión en voz alta), si hace tres mil años una persona tuviera que describir una nave espacial que baja a la tierra y se lleva a una persona ¿como lo haría? ¿quizás indicando que fue subido al cielo en un carro de fuego? ¿sería esta la forma en el que el autor de este pasaje del Segundo Libro de los Reyes quiso plasmar este hecho?

Pero es que en el Nuevo Testamento, entre otros muchos, contamos con el pasaje de la Transfiguración de Jesús, contenida en el evangelio de Marcos 9, 2-13 y sus paralelos sinópticos (Mateo 17, 1-13 y Lucas 9, 28-36). El relato de la transfiguración narra cómo Jesús se retira a un lugar elevado con sus discípulos más próximos, Pedro, Santiago y Juan. La ropa de Jesús se volvió de un blanco resplandeciente y aparecieron Moisés y Elías, representantes de la Ley y los Profetas. Los cubrió una nube, y una voz dijo: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo».

¿De donde venía Jesús? Según el Nuevo Testamento un ángel del Señor se anunció María y le comunicó que quedaría en cinta de Jesús. Un ángel. ¿Cómo describiría una persona hace dos mil años a un ser que baja del cielo? No obstante la respuesta a esta interrogante la dio el propio Jesús. Así en el evangelio de Juan 18:36-37 se dice "Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo: si de este mundo fuera mi reino, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los Judíos: ahora, pues, mi reino no es de aquí. 37 Díjole entonces Pilato: ¿Luego rey eres tu? Respondió Jesús: Tu dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio á la verdad. Todo aquél que es de la verdad, oye mi voz." Por lo tanto Jesús ya dijo, a quien quisiera oírlo, que su reino no era de este mundo. Pero entonces, ¿de donde era?

La naturaleza sobrenatural de Jesús queda patente a lo largo de todo el Nuevo Testamento, culminando con su resurrección. Pasaje en el que también aparece la figura de un ángel y además, en el caso del evangelio de Mateo 28, 1:7 un estruendo y temblor de tierra. El citado pasaje del evangelio de Mateo nos dice:


"Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro. De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Angel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos. El Angel dijo a las mujeres: «No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba, y vayan en seguida a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán». Esto es lo que tenía que decirles».

A pesar de todo lo que he indicado y a pesar de que Jesús fuera o no un ser extraterrestre (es decir, venido de otro lugar distinto a la tierra), lo cierto es que el mensaje que nos dejó, un mensaje de amor, es el mayor, más bello y más completo mensaje que jamás se le haya dado a la humanidad. Mensaje que en su formato original, sin las adulteraciones, adiciones y manipulaciones que ha sufrido a lo largo de los siglos por esa maquinaria que se llama Iglesia (la misma que hoy día, de la mano de un nuevo Papa, parece querer retomar el camino del que se desvió hace veinte siglos) es de una pureza y belleza infinita. Mensaje que si todos lo compartiéramos haríamos del mundo un lugar maravilloso. 

Y recuerda, estas son mis reflexiones pero sólo te las transmito para que tu puedas formularte tus propias preguntas e intentar darles respuesta.






jueves, 26 de septiembre de 2013

El secreto de la Isla de Oak y el alfabeto bereber



Comencemos por situarnos geográficamente, la Isla de Oak es una pequeña isla de poco más de 57 hectáreas situada en el condado de Lunenburg, en Nueva Escocia, Canadá. La Meseta de Tassili es un área montañosa en pleno desierto del Sahara, en el sudeste argelino. El pueblo de los Villares se encuentra ubicado a nueve kilómetros de la ciudad de Jaén, en el sur de España.

Por lo tanto las tres localidades se encuentran separadas geográficamente por decenas de miles de kilómetros. Nada apunta a que sitios tan dispares puedan tener algo en común, la raíz histórica de cada uno de ellos es completamente distinta y sin ninguna conexión aparente. Sin embargo hay una serie de hechos, no muy conocidos para el gran público, que hacen que exista un misterioso vínculo entre las tres ubicaciones.

La Isla de Oak ha sido objeto de múltiples expediciones durante los últimos doscientos años. El motivo de tales expediciones no es otro que el conocido como “pozo del tesoro”. La historia comenzó cuando cuatro jóvenes allá por el año 1795 llegaron remando a la por entonces solitaria Isla de Oak. Uno de estos muchachos, el llamado Daniel McGinnis de dieciséis años de edad, encontró lo que parecía ser la entrada a un agujero que se encontraba oculto bajo unas ramas. El joven McGinnis ilusionado por haber creído encontrar el escondite de un tesoro corrió en busca de sus otros dos amigos para que le ayudaran a excavar. Y así lo hicieron. A poco más de medio metro de profundidad encontraron piedras que habían sido colocadas allí por alguien a modo de tapadera, y a los tres y seis metros encontraron placas fabricadas por madera de roble y colocadas allí de forma premeditada. Comprendieron entonces que no podrían seguir excavando y decidieron marchar al pueblo para pedir ayuda. Sin embargo ninguno de sus vecinos se la prestó ya que no querían hablar de aquella pequeña isla maldita donde, según la tradición local, habitaban seres de otro mundo.

La leyenda del tesoro oculto en la isla caló profundamente en los jóvenes, que diez años después y con la ayuda del mecenas Simeon Lynds volvieron a la isla para retomar la excavación. Esta vez consiguieron bajar hasta los veintisiete metros, si bien antes, a los doce metros, encontraron una nueva plataforma de roble y tres metros más abajo una capa de carbón vegetal y una nueva plataforma de roble asegurada con fibra de coco, misma capa que se repetía cada tres metros de profundidad.

Finalmente, a los veintisiete metros de profundidad, encontraron una losa fabricada en pórfido (material utilizado por griegos y romanos e inexistente en América) en cuya superficie, y tras haberla sacado al exterior, había una serie de inscripciones o símbolos desconocidos. Esta losa fue desterrada al olvido hasta que años después éstos símbolos grabados en la tabla fueron interpretados como pertenecientes a un dialecto copto. No obstante el investigador español Juan Jesús Vallejo sostiene que dichos símbolos se corresponde con un alfabeto beréber utilizado en África Central hace miles de años (el tifinagh).

Pero ¿que hacia una tabla hecha con pórfido, un material inexistente en América, colocada en la Isla de Oak, una islita de Nueva Escocia, en Canadá? El uso del pórfido se remonta a la cuna de las civilizaciones asirio-babilónica, egipcia y romana. Su uso ha estado relacionado con la fabricación de sarcófagos en el imperio romano, este material solo se utilizaba para el emperador y sus parientes, un buen ejemplo es el sacórfago de Sante Elena, madre de Constantino I. De la misma forma, los antiguos egipcios utilizaban este material para los faraones.

¿Quién llevó una tabla o plancha de pórfido hasta Canadá y quien se tomó la molestia de enterrarla a veintisiete metros de profundidad con distintas capas que la protegieran? ¿Qué oculta? ¿Qué quieren decir los símbolos que tiene grabado?

Bien, allá por el año 1995 en un pequeño pueblecito distante apenas nueve kilómetros de la ciudad de Jaén llamado Los Villares sucedió un extraño fenómeno del que se hicieron eco algunos de los medios de comunicación del momento. Un lugareño llamado Dionisio, mientras paseaba por el campo, pudo ver un extraño objeto brillante detenido junto a una torre de electricidad, objeto que permanecía suspendido en el aire y en uno de sus lados figuraban los símbolos “IOIOI”, curiosamente la misma inscripción que se encuentra grabada en el interior del anillo de plata que el afamado periodista, investigador y escritor J.J. Benítez y su mujer aseguran haber encontrado mientras buceaban en el Mar Rojo (Egipto, uno de los lugares en los que se puede encontrar el pórfido). Símbolos que fueron posteriormente identificados como parte del antiguo alfabeto beréber denominado el tifinagh (¿os suena?) y como parte de unas coordenadas que marcaban un lugar: la meseta de Tassili.

La meseta de Tassili es un lugar en el que habitan los tuareg o imuhagh que son un pueblo bereber de tradición nómada del desierto del Sáhara. Sin embargo los enormes tesoros que oculta no fueron descubiertos hasta 1953, cuando Henry Lothe, quizás siguiendo la ruta marcada por el capitán de la Legión Extranjera Charles Brenans, llegó hasta allí. Cuando hubo alcanzado la meseta y pudo explorar sus cuevas, Henry Lothe encontró miles de dibujos en sus paredes y techos. Dibujos que representaban, entre otras cosas y con una perfección más que notable, seres de cabeza redonda y con una especie de escafandra que dirigíann a mujeres embarazadas hasta el interior de una burbuja, hombres que salían de círculos en forma de huevo con círculos concéntricos, y un dibujo de un ser de más de cuatro metros de alto con un solo ojo y los brazos hacia arriba; sobre este último dibujo Henry Lothe anotó en su libro diario que había de retrocederse un poco para verlo en su conjunto, y que su cabeza era redonda y sin más detalles que un doble óvalo en mitad de la cara, manifestando que recordaba la imagen que comúnmente nos forjamos de un ser de otro planeta.

Los muchos dibujos existentes en Tassili son sumamente interesantes por lo que representan (siempre teniendo en cuenta que fueron realizados por hombre y mujeres sin grandes recursos técnicos y hace 12.000 años aproximadamente). ¿Seres extraterrestres sobre la tierra hace 12.000 años? ¿ese lugar, precisamente, marcado en el mapa por las coordenadas fijadas por unos símbolos de un antiguo alfabeto beréber? ¿símbolos del mismo alfabeto que aparecen también en una tabla encontrada en Nueva Escocia Canadá, en un anillo encontrado en el Mar Rojo y en un objeto no identificado visto en un pueblecito de Jaén?

¿Casualidad? No lo sé. Plantéate tus propias preguntas e intentar darle respuestas.




viernes, 30 de agosto de 2013

¿Estuvo casado Jesús de Nazaret?

Este, sin duda alguna, es un tema sobre el que se ha hablado y especulado mucho en los últimos tiempos. El simple hecho de pensar que Jesús de Nazaret pudo tener una relación con una mujer (María Magdalena) y, además, que hubiera podido tener descendencia es un tema que enciende la imaginación de todo el mundo.

Si esto fuera cierto los cimientos de la religión católica quedarían sepultados para siempre, lo que hace que el asunto adquiera tintes de misterio prohibido e iniciático, llevando nuestra imaginación hasta los secretos bien guardados de la biblioteca del Vaticano.

Confieso que esta es una teoría que llamó poderosamente mi atención hace ya algunos años, cuando cayó en mis manos el libro El Enigma Sagrado (publicado en 1982), de Michael Baigente, Richarda Leihh y Henry Lincoln. Libro en el que se hablaba de una hipotética dinastía nacida de la unión entre Jesús de Nazaret y María Magdalena. Tras la lectura de este libro mi interés por el tema se despertó y continué indagando sobre el asunto leyendo algunos textos gnósticos, como el denominado Evangelio de Felipe, los evangelios canónicos y algunas otras obras como La Revelación de los Templarios (publicada en 1997), de Lynn Pickett y Clive Princey.

Posteriormente vi como Dam Brown novelaba de forma burda y sin ningún tipo de rigor histórico en su obra El Código Da Vinci la teoría sostenida en el Enigma Sagrado (ya citado), obteniendo un éxito mundial de ventas.

Además, y por si fuera poco, el pasado mes de septiembre del año 2012 salió a la luz pública el descubrimiento de un papiro copto datado en el siglo IV que volvía a reabrir este debate dado que incluía las palabras "Jesús les dijo, mi esposa". Este documento fue dado a conocer en Roma por la profesora de Teología de la Harvard Divinity School of Massachusetts Karen King, quien ha denominado este nuevo papiro con el pretencioso nombre de "El Evangelio de la Esposa de Jesús".

Y es que esta interrogante apunta directamente al centro de nuestra formación judeo cristiana, haciendo tambalearse nuestras más profundas convicciones y aflorando, precisamente por ello, el morbo generalizado.

Sin embargo, y en mi modesta opinión, no existen argumentos que permitan sostener con un mínimo de rigor que Jesús pudo mantener una relación con María Magdalena y mucho menos haber tenido descendencia.

En ningún lugar de los evangelios canónicos se indica que Jesús fuera célibe, casado o viudo. No obstante, se ha venido aduciendo por algunos que dado que Jesús fue un rabino, y el celibato no era propio entre los mismos ya que incumplirían el mandato divino (creced y multiplicaros), tendría que haber estado casado. Sin embargo, y aún siendo lo anterior cierto, hemos de objetar de un lado que en la época de Jesús el papel del Rabino no estaba bien definido (de hecho no lo estuvo hasta la destrucción del segundo Templo en el año 70); y de otro que sí existen datos de que en el siglo I en algunas comunidades Esenias se practicara el celibato (Flavio Josefo y Plinio el Viejo nos dejan constancia de ello), además Juan el Bautista también fue célibe según parece.

Por lo que respecta a los evangelios aprócrifos, en el denominado Evangelio de Pedro sólo se menciona a María Magdalena como testigo de la resurrección de Jesús y en el denominado Evangelio de Felipe se la nombra como discípula cercana a Jesús, tan cercana como los demás apóstoles. También existen varias referencias a María Magdalena en el Evangelio de Tomás.

Por lo tanto, quizás pudiera tildarse de poco común el hecho de que un varón joven en la época de Jesús permaneciera célibe, pero ni mucho menos de imposible.

Desde mi punto de vista todas estas referencias a María Magdalena más que apuntar a una supuesta relación con Jesús de Nazaret, deben hacernos reflexionar sobre el papel que Jesús quiso dar a la mujer en el seno de su Iglesia. Papel sin duda relevante y que la Iglesia Católica a lo largo de los siglos se ha encargado de minimizar ocultando esta parte de su ministerio. Este es el papel de María Magdalena sobre el que debemos preguntarnos. ¿Por qué la mujer ha sido relegada, y aún lo es hoy día, a un segundo plano dentro de la Iglesia? ¿Quiso Jesús que este fuera su papel o, por el contrario, situó a María Magdalena al mismo nivel que al resto de los discípulos?

Y recuerda, estas son mis reflexiones. Plantéate tus propias preguntas e intenta darles respuesta.









domingo, 25 de agosto de 2013

¿Cristianismo puro o catolicismo a la medida?

Querido amigo o amiga, si has tenido la paciencia de llegar hasta aquí y de comenzar a leer un blog con un título como este mereces hacerte la siguiente reflexión:

¿Las enseñanzas que la Iglesia católica ha insertado en el código genético de la gran mayoría de los habitantes de la vieja europa y de una gran parte de los habitantes del resto del mundo durante los últimos siglos responden realmente a la doctrina que un hombre llamado Jesús y nacido en Nazaret nos quiso transmitir, o sus enseñanzas han sido manipuladas, adaptadas, silenciadas aquellas que no convenían, y aniquilados quienes las ponían en duda por una maquinaria eclesial perfectamente engrasada a lo largo de veinte largos siglos que, en la mayoría de los casos, responde a los intereses de la jerarquía católica (la todopoderosa curia), intereses que no siempre pueden ser denominados de loables?

La doctrina de la Iglesia Católica se basa en el contenido de los Evangelios que han venido en denominarse "canónicos" y que probablemente fueron escritos en el siglo I (el Papiro P64, es el más antiguo manuscrito conocido del Nuevo Testamento, apodado como el Papiro Magdalen, por estar en poder del Magdalen College, de Oxford -Inglaterra- desde 1901. Contiene un fragmento del capítulo 25 del Evangelio de Mateo, y ha sido fechado como del siglo I, no anterior al año 66 dC. Es seguido por el Papiro Rylands 457, o también llamado Papiro P52, que contiene un breve fragmento del capítulo 18 del Evangelio de Juan que mayoritariamente ha sido datado hacia el año 125 de nuestra era, es decir, aproximadamente un siglo después de la fecha probable de la muerte de Jesús -hacia el año 30-). Los evangelios canónicos abarcan los tres evangelios sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas), y el de Juan, también conocido como el cuarto evangelio.

No obstante, y si ya de por si los evangelios canónicos son muy posteriores a la muerte de Jesús, no fue hasta bien entrado el siglo IV, concretamente en el año 382, cuando en el Concilio de Roma la Iglesia Católica fijó el denominado Canon Bíblico, el cual fue aprobado definitivamente por los Concilios de Hipona (año 393) y Cártago (años 397 y 419). Finalmente, fue el Concilio de Trento celebrado entre 1545 y 1563 el que fijó definitivamente el canon de la Iglesia Católica, declarándolo además dogma (es decir, que no podía ser discutido por nadie so pena de excomunión....o de algo peor).

Por lo tanto, resulta evidente que el Libro Sagrado del Catolicismo está conformado por una serie de Libros que fueron "declarados aptos" por una serie de personas para las que, desde su punto de vista, eran los que se correspondían con las reales y verdaderas enseñanzas de Jesús (o servían mejor a sus propios intereses o permitían un diseño de la Iglesia conforme a sus propias aspiraciones).

Sin embargo hubo una gran número de textos (conocidos como apócrifos y que suman unas 70 obras que han llegado hasta nosotros completas o fragmentadas) que fueron no sólo relegados al más absoluto de los olvidos sino declarados expresamente heréticos.

Pero es que, además, aún dando por bueno el canon de la Iglesia católica ¿podemos decir que los actuales postulados de la misma siguen la doctrina contenida en los evangelios canónicos? ¿puede afirmarse que la liturgia de la Iglesia Católica esté en consonancia con la simpleza de las enseñanzas de Jesús? ¿podemos convenir que las altas jerarquías de la Iglesia Católica se esfuerzan por ser la imagen de su Maestro?

No quiero ofender a nadie ni herir sensibilidades, solo planteo estas reflexiones para que tu les des respuesta.




El Cristianismo y la religión Egipcia.

Siempre me ha llamado la atención la religión, es más, mis más profundas reflexiones acaban llevándome inexorablemente al terreno de la religión.

El ser humano siempre ha necesitado adorar a algo o a alguien. Al Sol, a un Astro, a la Madre Tierra, a un Dios, a un Semi Dios, a un Profeta....a lo que sea. Sobre la base de esas adoraciones tan dispares entre sí pero tan sumamente idénticas en lo esencial se han construidos templos, se han dictado dogmas, se ha conspirado y se ha derramado sangre suficiente como para vaciar y llenar con ella los océanos. 

El hombre necesita respuestas, muchas, y la religión intenta llegar donde nuestro conocimiento empírico de las cosas no lo hace.

Pero, ¿y si el cristianismo realmente tuviera un referente muy anterior a la llegada de Jesús de Nazaret?

Si nos fijamos, al igual que Jesús de Nazaret vino a la tierra para dejarnos su mensaje y establecer una nueva religión resucitando al tercer día de entre los muertos (punto esencial del Cristianismo), en la mitología egipcia Osiris, Dios fundador de la nación Egipcia que enseñó a los hombre la civilización, las leyes, la agricultura y como adorar a los dioses, tras ser asesinado como hombre por su hermano Seth (que representa al mal) resucitó, ya como Dios,  tras ser encontrado por Isis, su esposa (representando así el triunfo del bien sobre el mal). 

Ni que decir tiene que las coincidencias con la muerte de Jesús de Nazaret a manos del Sanedrín (representación del mal) y su posterior resurrección tras haber sido hallado en el sepulcro por María Magdalena es más que evidente. Pero las coincidencias continúan.

Osiris también preside el Juicio de los Difuntos en la mitología egipcia. Y en la ciudad de Abidos, durante el imperio medio, existía una importante celebración llamada "Misterios de Osiris" que consistía en rememorar la muerte, entierro y resurección de Osiris. Los asistentes a dicha celebración obtenían la promesa de vida eterna. Además en el culto a Osiris se comía pan y se bebía cerveza (en la eucaristía cristiana se bebe vino y se como pan).

Isis, la esposa de Osiris, se representa en innumerables ocasiones sentada en un trono y con su hijo pequeño (Horus) en brazos. Hijo que fue concebido de Osiris sin relación sexual alguna ya que Seth tras matar a su hermano Osiris cortó su cuerpo en catorce pedazos que distribuyó por todo Egipcio, pedazos que fueron buscados y encontrados por Isis con la ayuda de Anubis y Neftis, con excepción del pene. Con estos pedazos (excepto el pene) reconstruyeron a Osiris quien concibió en Isis a su hijo Horus.

No podemos pasar por alto que el pueblo judío fue esclavo del pueblo egipcio lo que pudo propiciar que éstos absorvieran su religión. De la misma forma Jesús de Nazaret de cuyos primeros treinta años nada se sabe, bien podría haber tenido acceso a la mitología egipcia o a la adaptación que de ella hubiera hecho el pueblo judío.

Finalmente tampoco podemos olvidarnos de los Coptos, egipcios que profesan algún tipo de fe cristiana y cuya historia se remonta a los tiempos del antiguo Egipto (de hecho los miembros de la Iglesia Copta consideran que muchos de sus ascendentes fueron los constructores de la pirámides).

En fin todo esto no son más que reflexiones para que tu te plantees tus propias preguntas e intentes darle una respuesta. No pretendo asegurar nada, solo que te permitas la licencia de intentar ver las cosas desde otra perspectiva.

jueves, 22 de agosto de 2013

El Misterio de los Templarios y America

Mi primera entrada no podía ser sobre otro tema.

Los templarios siempre me han atraído, y ello aún cuando es sumamente difícil encontrar bibliografía que aborde este asunto con seriedad y rigor histórico, desprovisto de falso esoterismo y pretenciosas teorías místicas.

La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón (más conocida popularmente como Orden del Temple o Caballeros Templarios), fundada por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens en el año 1119 (si bien algunos lo sitúan en 1118), y con una historia de poco menos de dos siglos ha sido, sin duda alguna, la Orden Militar que más poder ha acaparado. Entendiendo por poder no solo el que otorga el enorme poderío económico que poseían, sino poder efectivo. Y ello dado que según su propia Regla, aprobada en el Concilio de Troyes en el año 1129, no se encontraban bajo la soberanía de ninguno de los monarcas en cuyos Estados tenían sus numerosas encomiendas sino que obedecían directamente al Papa, lo que le otorgaba una formidable independencia, tanto política como comercial.

Gracias a sus posesiones en Tierra Santa los Templarios bebieron de las múltiples fuentes de conocimiento que les ofrecía el Islam, amalgamando éstos con la tradición cristiana existente en Europa. Quizás, y estoy convencido de ello, llegaron a la inevitable conclusión de que las tres grandes religiones no solo tienen un origen común, sino que se encaminan a un mismo fin (tema que abordaré en otro momento). Esta simbiosis cultural les hizo alcanzar un sentido gnostico de la religión, visión que hubo ser mantenida en secreto dentro de un reducido grupo de iniciados pertenecientes a la propia orden para no ser tildados de herejes.

De la misma forma los Templarios accedieron a conocimientos naúticos y científicos, conocimientos que permanecían en secreto y que hablaban de nuevas y ricas tierras más allá de los confines del océano atlántico. Más allá del final de la tierra conocida (de hecho se han descubierto recientemente mapas, como el de Piri Res, anteriores a 1492 en los que aparece la costa americana).

Solo así se explica que una Orden que tenía múltiples posesiones en la vieja Europa, y en Asia (fundamentalmente en Tierra Santa) tuviera el puerto principal de su flota en la localidad de La Rochelle, un puerto situado en la costa atlántica francesa, cuando lo lógico hubiera sido  que la sede de su flota estuviera en algún puerto de la ribera mediterránea.

O que en la capilla de la localidad escocesa de Roslin, denominada Capilla Rosslyn, fundada por Guillermo Sainclair, Primer Conde de Caithnes, una familia noble escocesa descendiente de los Caballeros Normados, herederos a su vez de los Caballeros Templarios, terminada de construir en el año 1480,  presente tallas de mazorcas de maiz (alimento procedente de América) adornando uno  de sus arcos.

O que la expedición emprendida por Cristobal Colón en 1492 y que culminó con el "descubrimiento" de América llevara cruces templarias en las velas de cada uno de los navíos (lo que habría de servir para que los pobladores de aquellas tierras los reconocieran).

Cuando en 1312 el Papa Clemente V cedió a las presiones del Rey francés Felipe IV (considerablemente endeudado con la Orden) para que aboliese el Temple y éste pudo, por fin, entrar en todas sus posesiones y encomiendas, no halló rastro alguno del fabuloso tesoro de la Orden ni de ninguna de sus riquezas.

Si reflexionas sobre todo lo que te he indicado, y a ello le unes que es bastante probable que el Gran Maestre de la Orden (Jaques de Molay) estuviera al tanto de las intenciones del Rey Francés y dispusiera de cierto margen para poner a buen recaudo el tesoro de la Orden, quizás puedas alcanzar tus propias conclusiones sobre el lugar en que se escondió dicho tesoro.


miércoles, 21 de agosto de 2013

Pues eso, ¿por qué un blog?

Si has llegado hasta aquí, no sé cómo, pues hola.

¿Porqué un blog? Pues porque así puedo hablar con alguien, aunque sea conmigo mismo, sobre aquellos temas que me parecen interesantes y sobre los que, por diversos motivos, no puedo hablar con nadie.

No aspiro a que mi blog sea el más leído de la red, es más, ni siquiera creo que lo vaya a leer nadie. Aún así, si has llegado hasta aquí y te apetece curiosear algunas de mis entradas, bienvenido eres.

¿La Hostería del Laurel? En ella estáis caballero. Y recuerda que la verdad tiene tres niveles: mi verdad, tu verdad y La Verdad.